La Carretera Austral en la mágica Patagonia de Chile, es uno de los itinerarios turísticos más prometedores por su potencial. Entre tanto territorio virgen, también encuentra un pequeño caserío antes de finalizar su recorrido: Cochrane.
Imagen rhurtubia
Cochrane tiene apenas unos 4.000 habitantes, pocas décadas de existencia, y aún menos años de estar conectada al mundo por la propia carretera. En Cochrane encontraremos los últimos servicios importantes en cuanto a lo que a “civilización” se refiere, antes de que la soledad patagónica gane la batalla. Además de contar con alojamiento, comunicación, tiendas y hasta banco, en Cochrane se puede hacer base para explorar las maravillas naturales regionales, entre las que contamos los Saltos del río Baker, el Campo de Hielo Norte, lagos y un área de Reserva Nacional (Ramango).
Para arribar a Cochrane por tierra, debemos partir desde Puerto Montt, y seguir unos 1.100 kilómetros por la carretera Austral. Por supuesto que nadie hará un viaje a Cochrane sin enfrentarlo como un destino al que llegar, luego de explorar cada rincón del camino para descubrir un despliegue de belleza escénica kilómetro a kilómetro. Cochrane será algo así como la última estación de un viaje maravilloso. Un pueblo pequeño en zona de valles, ríos, montes que escalar, reservas, y excursiones que permiten jornadas de deporte y aventura en plena naturaleza.
En Cochrane es posible el montañismo en la zona del Monte San Lorenzo, el kayak en las aguas tranquilas de algunos de los lagos, o en rápidos, el rafting, cabalgatas entre los múltiples senderos, trekking, sobre todo en la zona de la Reserva Nacional Tamango, y tanto más como podamos imaginar, o como nos pueda inspirar el paisaje. Por delante tendremos la Patagonia más auténtica, aquella que guarda lugares que jamás fueron pisados.